viernes, 30 de septiembre de 2011

-Nos encotramos por casualidad. Nos encontramos por un beso-

"El amor más hermoso es un cálculo equivocado, una excepción que confirma la regla, aquello por lo que siempre habías utilizado la palabra 'nunca'. ¿Qué tengo que ver yo con tu pasado? Yo soy una variable enloquecida de tu vida. Pero no voy a convencerte de ello. El amor no es sabiduría, es locura"

Y bueno, creo que si no estuviera loca no habría hecho lo que hice, no aceptaría las cosas que acepto. Pero el amor no pasa por el orgullo, en el amor no se juega a ver quién es el que manda, la relación perfecta no es una pirámide jerárquica, es estar al mismo nivel. Es una completa sumisión de ambas partes, es entregarse al otro sin medir las consecuencias o los daños que te pueda provocar esto. Amar es dar todo con o sin miedo, esperar lo mismo a cambio.
Amar no es "dejar ir" ni atar a nadie, amar es cuidar, respetar a la otra persona, es un acto de fé y de confianza, el amor en estado puro no tiene orgullos, no te hace llorar por gusto. No existen celos, porque todo es seguridad. No nace de la nada, ni muere porque sí. Se cultiva, se cuida.
No hay terceros que se puedan interponer y siempre debemos encontrar la perfección en el ser imperfecto. El amor verdadero no debería conocer de distancias, de tiempos, de edades, de riquezas, de razas ni de géneros. El alma no tiene color de piel, ni casas en la playa; dos personas que se aman son una sola, y así debería ser siempre.

{Lamentablemente el amor verdadero ya casi no existe}

jueves, 29 de septiembre de 2011

Enamorarse? Pegate un tiro que duele menos-

Después de pasar meses sin escribir, necesito volver a usar esto. Después de pasarla mal por alguien que nunca valió la pena, el año pasado; puedo encontrar a alguien que me hace sentir cosas únicas, con el que puedo confiar, que me hace sentir segura. Con el que dijo que me amaba. Y todo ¿para qué? Para que después de seis meses de relación, decidiera decirme que en verdad nunca me amó. Así de cruel como suena, no existe una forma de hablandar eso, no se puede hacer más llevadero.
Rocé el límite en que tuve miedo de pasar la noche, de cerrar los ojos porque la decepción era tan grande que sentía que me aplastaba, que era una angustia instalada tan adentro que no me dejaba respirar bien, que me echaba la culpa, me sentía una imbécil sólo por volver a confiar.
Que no fui lo suficientemente buena para él, y no me valen los motivos que pueda decirme él, sobre lo que quiso o no quiso hacerme sentir.
Lo sentí y punto, sea amor, dolor, o culpa.
Pero él sale ileso mientras yo cargo con todas las cosas de una relación fallada, para que dentro de dos semanas vuelva arrepentido diciendome que se dio cuenta que se equivocó. Pero ¿y todo lo que lloré, lo que sentí?
No, otra vez no, por favor.
SI TE VAS NO VUELVAS-